viernes, diciembre 28, 2007

Mejoras


Ayer me enteré de esa noticia que venía temiendo hace más de seis, años, la que yo creía que sería el peor golpe que podría recibir y que me liquidaría definitivamente, y con agravantes insospechadas. Pero contta todos mis pronósticos (y quizá los de quienes me conocen), no enloquecí, no me arranqué los cabellos, no sentí que mi vida había llegado a su fin...
Todavía estoy tratando de asimilar la noticia pero, más que nada, para poder definir los sentimientos que me desata este hallazgo.
Lo positivo, el aprendizaje, es corroborar que estoy curada de mi dependencia inexplicable de un ser maligno, que me perjudicó por años por acción o por omisión.
Su vida ya no me interesa, lo que haga y deshaga en ella me tiene absolutamente sin cuidado y, salvo por pequeños detalles prosaicos, ya no existe más para mí.
Y pobre del que me diga que es preferible tener una buena relación, por el interés superior de los hijos, si lo conocieran, sabrían que eso, además de no ser cierto, es imposible

No hay comentarios: