martes, julio 28, 2009

Algunos encargos



Cuando parta, regálame flores, muchas flores. Avísale al árbol del balcón que ya no estaré para vigilarlo y que puede quedarse todo el tiempo que quiera con la ramita emancipada. Dile al jazmín que siga floreciendo y que te regale a ti su perfume divino.
Cuando parta, haz el inventario de los besos y de las caricias que quedaron entre las paredes de mi hogar y guárdalo cerca de tu almohada.
Cuéntale a la luna de verano que ya no estoy en nuestra terraza, pero que no dejaré de soñar con ella. Dile a la risa que mi boca está cerrada, pero que se quedó con todos sus sabores. También díselo a nuestras copas, que tantos deliciosos vinos nos han dado de beber.
A la lluvia, pídele que sea todo lo silenciosa que pueda, para que ahora no interrumpa tu sueño. A mis amigos, si preguntan, diles que no estoy, que no sabes cuándo vuelvo, pero que me dejen su mensaje.
Cuéntale a Caleu que hubiese querido partir para allá, pero que el camino todavía es malo en invierno y quizá alguien quisiera ir a saludarme por mis cumpleaños.
Guarda mis canciones para cuando tengas ganas de bailar, y toda mi música para cuando quieras llorar un poco.
Recuerda abrir las ventanas en las frescas mañanas estivales y por las tardes, sal a oler la tierra recién regada. Saluda a mis hermanas en cada primavera y, para Año Nuevo, mira hacia el cielo, por si ando por ahí.
Cuando parta acuérdate de cantar, reír y bailar pero, sobre todo, acuérdate de cuánto te amo.