martes, octubre 20, 2009

El estado de mi alma...

"Mariola sueña sin prisa
y en serena claridad
puede ver la realidad
de la vida que la hechiza.
El sueño es como una brisa
que abre una senda secreta.
El sueño es como un cometa
que da vida a lo imposible
y en la luz de lo intangible
late una verdad concreta".

Un regalo de mi amigo Hugo González.

viernes, octubre 09, 2009

Mis manos


¿Te dije alguna vez que mis manos tienen vida propia? Se mueven, bailan y conversan sin preguntar mi parecer y, a veces, las desconozco.
Mis manos son exploradoras y curiosas, no se resignan a no tocar lo que les llama la atención, para cerciorarse de se siente exactamente como lo imaginaron. Son manos fuertes, de uñas grandes –no largas, grandes- y, sin embargo, son sutiles y juguetonas.
Por eso les gusta subir a tu cabeza, perderse en tu pelo, sentir el calor. Luego, los dedos se organizan para ir bajando, respetando su turno, por el contorno de tus orejas, hasta sentir el lóbulo esponjoso.
El paso siguiente es tu mentón, que contiene tu sonrisa de placidez, y la barbilla. De ahí, saltan a tu cuello, que revela el ritmo acompasado de tu respiración. Uno de sus lugares favoritos son tus hombros, suaves, que las conducen a tus largos brazos fuertes.
El salto siguiente es a tu pecho, donde se entretienen jugando con lo que encuentran, para correr disimuladamente a tu cintura. Suben, bajan, dibujan círculos y se escapan a tus caderas temblorosas, expectantes. Pero a ellas no les importa nada, y siguen hacia abajo, a tus piernas, tus rodillas, hasta que se sienten listas para iniciar el camino de vuelta, donde deciden, por un rato, detenerse en tu vientre y en tu ombligo.
Ten cuidado con mis manos, ya te dije que tienen vida propia.