martes, junio 12, 2007

Soberbia



Qué difícil lidiar cada día con la tendencia a creer que nadie es capaz de hacer las cosas como una... por lo menos en lo que a los detalles de la vida se refiere. Porfiada como soy, además, me cuesta aceptar los consejos de quienes tienen otra visión. Generalmente creo que mi camino es el correcto. Y qué placer cuando los hechos me dan la razón.
Sin embargo, toda esa soberbia no me alcanza para creerme todavía la guinda de la torta. Hay quienes han intentado hacerme sentir así y lo agradezco de todo corazón, pero, a la larga, termino insistiendo que no me gusta que me mientan.
En casi todas las listas, la soberbia es considerada como el original y más serio de los Siete Pecados Capitales, y de hecho, es también la principal fuente de la que derivan los otros. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás, fallando en halagar a los otros a pesar de que lo merezcan y mostrando un amor excesivo por uno mismo...
Qué impecable descripción de alguno que otro sujeto que conozco. En la historia de Lucifer, el orgullo es lo que causó su caída del Cielo y, como resultado, su transformación a Satanás. La vanidad y el narcisismo son grandes ejemplos de este rasgo de personalidad y yo, de Narciso, ya me cansé. Cuídate, pequeño.

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